Clase del 01/10/2009

La primera clase a la que asistí fue una aproximación a la noción de sistema económico mundial. A través de la interrelación entre noticias de actualidad se mostró cómo asuntos tan dispares como el asesinato de Marta del Castillo, la política de la administración Obama en Afganistán, o las declaraciones del Vaticano sobre la pederastia en la Iglesia Católica se relacionan unos con otros por formar parte del sistema económico mundial, que determina, constriñe o posibilita las acciones de agentes sociales diversos. Un sistema capitalista que hace cada vez más profundo el abismo de las desigualdades. Suscribo la idea de T. H. Marshall en Ciudadanía y clase social de que el capitalismo es desigualitario por definición, por muchos correctivos socialdemócratas que se quieran aplicar. Que sea intrínsecamente desigualitario no quiere decir que sea intrínsecamente perverso y por tanto indeseable. No creo que amar u odiar al capitalismo sea relevante, lo que espero de esta asignatura es adquirir las herramientas para comprender mejor las relaciones que se establecen dentro de este sistema.

Un punto tratado que me interesó especialmente fue la explicación que dio Roberto sobre cómo la bonanza económica de los últimos 25 años había influido sobre ciertas actitudes y valores de las últimas generaciones, que podrían haber sido un factor importante en la actual crisis económica. Me parece un planteamiento interesante, en la línea de los sociólogos que hablan de la sociedad postmoderna del consumo, en el que la satisfacción (en el llamado primer mundo) de las necesidades básicas y la creación de un bienestar económico general ha generado una creación de la identidad a través del consumo.